La atención es la capacidad neurocognitiva de seleccionar información de la multitud de información presente en el entorno donde la persona está presente. En la práctica, la neuropsicología distingue tres tipos diferentes:
1. Atención selectiva: es la capacidad de un individuo de seleccionar sólo una información de objetivo con respecto a los otros distractores presentes en el entorno. Por ejemplo, cuando un alumno está en una clase y permanece atento aún cuando hay otra actividad pasando junto a la ventana donde se encuentra.
2. Atención dividida: consiste en prestar atención y procesar información diferente que se produce al mismo tiempo, así como que proviene de diferentes canales sensoriales. Por ejemplo, cuando tocamos guitarra debemos atender a estímulos visuales, auditivos y táctiles.
3. Atención sostenida: se relaciona con la capacidad cognitiva de centrarse a lo largo del tiempo en un estímulo específico. Por ejemplo, mantenerse leyendo un libro por varias horas.
Adaptado de Calicchio, Stefano. NEUROPSICOLOGÍA: Los fundamentos de la materia (Spanish Edition) . Edición de Kindle.
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