El deterioro cognitivo leve (DCL) es un importante problema de salud en personas de la tercera edad en todo el mundo. Se caracteriza por una disminución de las capacidades cognitivas sin afectar las funciones de la vida diaria.
Es importante destacar que el deterioro cognitivo leve está asociado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA) ( Drago et al., 2011 ; Mufson et al., 2012 ). Estudios de seguimiento de la evolución del deterioro cognitivo leve en la población han encontrado una tasa de conversión de deterioro cognitivo leve a la enfermedad de alzheimer de >25% durante un período de dos años y medio, lo que representa casi siete veces la tasa observada en la población general (Boyle et al., 2006; Brodaty et al . , 2014 ).
La Quinta Edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales(DSM-5) ha redefinido el deterioro cognitivo leve como trastorno neurocognitivo leve, poniendo cada vez más énfasis en la evaluación de funciones neurocognitivas específicas (American Psychiatric Association, 2013 ).
Todavía no existen tratamientos farmacológicos eficaces probados para MCI ( Karakaya et al., 2013 ; Kasper et al., 2020 ). Aunque el diagnóstico de deterioro cognitivo leve es principalmente clínico, se han demostrado hallazgos específicos en modalidades tales como EEG e imágenes por resonancia magnética (MRI). ( Jelic et al., 1997 ; Yin et al., 2013).
Imagen 1: Mapeo cerebral de paciente femenino de 66 años con inicio de deterioro cognitivo leve. Nótese el aumento de la potencia del espectro theta, especialmente hacia zonas parietales (posteriores).
Imagen 2: Frecueencia alpha pico central de paciente femenino de 66 años con inicio de deterioro cognitivo leve. Nótese las diminución de la frecuencia central denotada por las zonas azules, especialmente hacia zonas parietales (posteriores).
Los cambios característicos en el EEG de pacientes con MCI se observan particularmente en las regiones posteriores del cerebro ( Huang et al., 2000 ; Jelic et al., 2000 ; Babiloni et al., 2011 ). Estos incluyen una ralentización general del EEG, expresada por una frecuencia alfa pico o máxima (PAF) más baja, una potencia del ritmo alfa más baja y una potencia más alta en las frecuencias más bajas (delta y theta).
La frecuencia pico alfa se define como el pico de potencia dentro de la banda alfa, que a su vez divide la banda alfa en alfa inferior y alfa superior. Se ha demostrado que estos cambios EEG particulares se correlacionan con un rendimiento cognitivo deficiente (Klimesch, 1999), y atrofia de la sustancia gris. Estos también pueden servir como un indicativo de que una persona mayor desarrollará trastorno neurocognitivo leve o que una persona con deterioro cognitivo progresará a enfermedad de Alzheimer ( Jack et al., 1999 , 2005 ; Karas et al., 2004 ).
Específicamente, el poder de banda de frecuencia theta se correlaciona negativamente con el rendimiento neuropsicológico en el trastorno neurocognitivo leve ( Cummins et al., 2008 ), mientras que el poder alfa superior y la frecuencia pico alfa se correlacionan positivamente con el rendimiento cognitivo.
Anatómicamente, estos cambios en el EEG se correlacionan con la atrofia del tálamo, el hipocampo y los ganglios basales ( Wolf et al., 2004 ; Moretti et al., 2012a , b).
Neurofeedback para rendimiento cognitivo:
Es una técnica emergente para la neuromodulación no invasiva. Las áreas de investigación destacadas para la neurorretroalimentación incluyen afecciones como la epilepsia y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad ( Egner y Sterman, 2006 ; Strehl et al., 2006 ).
Los estudios también han demostrado los efectos del neurofeedback en el rendimiento cognitivo. Las poblaciones estudiadas varían de jóvenes a mayores y de individuos sanos a afectados cognitivamente. Escolano et al. (2011) demostraron un aumento en el poder de la banda alfa superior en individuos jóvenes después del entrenamiento con neurofeedback, con una mejora significativa de la memoria de trabajo en los sujetos en comparación con los controles.
En un estudio en el que se entrenó a participantes con diagnóstico de enfermedad de alzheimer o demencia vascular mediante neurorretroalimentación guiada por EEG cuantitativa ( Surmeli et al., 2016 ), independientemente del tipo de demencia, se observó una mejora promedio de seis puntos en la puntuación del Mini Examen del Estado Mental .
En un estudio piloto observacional no controlado reciente, mostramos una mejora en el rendimiento de la memoria después de administrar 10 sesiones de neurofeedback ( Lavy et al., 2019 ). Esto fue acompañado por una ,mejora incremental en la frecuencia alfa pico central.
En el estudio de Tzvi Dwolatzky et al, (20219 citado abajo mostraron un hallazgo interesante de mejora de la memoria luego de la intervención de Neurofeedback que se retuvo hasta por 30 días en sujetos con deterioro neurocognitivo leve.
Si bien los autores encontraron una mejora significativa en el rendimiento de la memoria después del entrenamiento con neurorretroalimentación, no se encontró una mejora similar en otros dominios cognitivos. Este hallazgo es importante no solo para la demostración de la especificidad del tratamiento, sino también para negar la posibilidad de que la mejora en la puntuación en el rendimiento de la memoria se deba a una mejora en la atención.
¿Cómo trabaja el Neurofeedback?
Traducido y adaptado por César Ricardo Colina de: Deterioro cognitivo leve y neurorretroalimentación: un ensayo controlado aleatorio yotam lavy1,2 * ,Tzvi Dwolatzky3,4 , Zeev Kaplan 2 ,Jonathan Guez 2,5 y Doron Todder2
Fuente: Envejecimiento Neurosci., 14 de junio de 2021 Sec. Envejecimiento Neurocognitivo y Comportamiento Volumen 13 - 2021 | https://doi.org/10.3389/fnagi.2021.657646
Imágenes por Neura Institute salvo la figura 1 por ,Tzvi Dwolatzky et al. (2021)
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