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El autismo, o Trastorno del Espectro Autista (TEA), se puede diagnosticar desde una edad temprana, incluso alrededor de los 18 meses de vida. Sin embargo, algunos niños pueden mostrar signos antes de esta edad, mientras que otros pueden no ser diagnosticados hasta la adolescencia o incluso la adultez, dependiendo de la gravedad de los síntomas y el acceso a evaluaciones especializadas.


Edades comunes para el diagnóstico:


1. Infancia temprana (18-36 meses): La mayoría de los diagnósticos de autismo ocurren entre los 2 y 4 años, cuando los retrasos en el desarrollo social, del lenguaje y del comportamiento comienzan a ser más evidentes.


2. Niñez media y tardía: En algunos casos, los síntomas pueden no ser tan evidentes en la primera infancia y el diagnóstico puede hacerse durante la edad escolar cuando las dificultades sociales, de comportamiento o de aprendizaje se vuelven más evidentes.


3. Adolescencia y adultez: Aunque es menos común, algunas personas no son diagnosticadas hasta la adolescencia o la edad adulta, particularmente aquellas con síntomas más leves o enmascarados.


Tipos de pruebas y evaluaciones:


El diagnóstico del TEA se basa en la observación del comportamiento y el desarrollo del niño, así como en evaluaciones estandarizadas. Hoy día también se identifican endofenotipos con el electroencefalograma y mapeo cerebral cuantitativo, así como biomarcadores en la tomografía electromagnética Loreta. En Neura Institute realizamos estos estudios desde los 5 años para planificar una terapéutica con neurofeedback personalizada al paciente.


En general, algunas de las pruebas y herramientas más comunes para el diagnóstico diferencial incluyen:


1. Cuestionarios y entrevistas a padres y cuidadores:


-Cuestionarios de detección temprana para identificar comportamientos asociados con el autismo en niños de 16 a 30 meses.


- Entrevista estructurada con los padres o cuidadores que explora la historia del desarrollo y los comportamientos característicos del autismo.


2. Pruebas de observación directa:


- Evaluación estandarizada que implica la observación del comportamiento social, de comunicación y de juego en diferentes situaciones estructuradas.


3. Evaluaciones de desarrollo y cognición:


- Escalas de desarrollo: Evaluaciones que miden el desarrollo cognitivo, motor, del lenguaje y social del niño en comparación con sus pares.


- Evaluaciones neuropsicológicas: Pruebas cognitivas y conductuales que pueden identificar las fortalezas y debilidades del niño en áreas como la memoria, la atención y la resolución de problemas.


4. Evaluaciones de comportamiento adaptativo:


- Evaluación que mide cómo el niño se desempeña en la vida diaria en áreas como la comunicación, las habilidades sociales y las habilidades para la vida.


Evaluaciones complementarias:


En algunos casos, se pueden realizar evaluaciones adicionales para descartar otras condiciones o para comprender mejor las necesidades específicas del niño, como:

- Pruebas de audición y visión.

- Evaluaciones médicas para descartar causas biológicas.

- Evaluaciones genéticas para identificar posibles síndromes asociados al autismo.


El diagnóstico es un proceso integral que debe ser realizado por un equipo multidisciplinario que puede incluir psicólogos, neurólogos, pediatras y otros profesionales especializados en el desarrollo infantil.


En nuestro blog puedes encontrar varios artículos de interés en relación a como realizamos el diagnóstico y tratamos el espectro autista en Neura Institute.


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